EL MUNDO ES DE QUIEN HACE LAS COSAS BIEN.

Dejaste todo atrás y tuviste que aprender a levantarte sola(o), lo tuviste todo y ahora tienes que seguir con nada, entregaste cada parte de ti y en este momento te sientes vacía(o).

Así es la vida, nos da para emocionarnos y nos quita porque merecemos más pero qué difícil es pensar así, que difícil es mirar atrás y recordar todo lo que éramos y ya no está, que difícil es empezar de cero con un desorden de emociones y un camino desconocido, frío, triste y aburrido, que difícil es volver a tomar las riendas de la vida y salir a volar, a conocer, a experimentar, a ganar o a perder.

Está bien un día no querer nada, no querer ser, pensar, sentir, no esforzarnos, está bien llegar al límite y perdernos entre tanta oscuridad, entre tantos miedos y dejarnos vencer por todas las inseguridades porque cuando estamos ahí, se sale con más fuerza y cuando conocemos todo lo malo, haremos todo lo posible por llegar a lo bueno, retomamos el camino, nos proponemos unos objetivos, unas metas y empezamos a soñar y a ser todo lo que un día fuimos y que tuvimos que dejar a la fuerza para encontrarnos nuevamente, para querernos, para madurar y para seguir porque en este mundo no hay nadie lo suficientemente valiente como para cortarnos las alas, lo suficientemente grande como para aplastarnos y lo suficientemente poderoso como para doblegarnos. No hay nadie que pueda soñar tan alto y hacer realidad los sueños y no hay nadie más en el mundo que nosotros mismos para visualizarnos en un lugar y trabajar duro para estar allí. En ese momento te darás cuenta que si merecías más que eso que en algún momento te hizo tanto mal y le darás gracias por llevarte a tal punto porque ahora que saliste, jamás te podrán alcanzar.

Un día entenderás el por qué todas esas cosas "malas" pasaron y sonreirás por todas esas cosas buenas que tú misma(o) atraerás a ti. Sigue con ese corazón grande, con esos pensamientos bonitos, creyendo en la gente y haciendo las cosas bien porque se te multiplicarán.